domingo, 1 de marzo de 2009

Punctum 3


Un hombre camina incómodamente por una ciudad lluviosa. Los reflejos en el piso y en los vidrios me transmiten la frialdad del día (hasta es posible que lo del suelo sea granizo). Este pobre individuo se defiende como puede de las inclemencias del clima, como a todos nos ha pasado alguna vez.

Pienso que Cartier Bresson tuvo una facil captura aquel día. Si bien es muy grata la combinación entre la verticalidad de la toma y la diagonal trazada por los círculos viales, no es en esa armonía donde se posan mis ojos:
La foto está dividida por un tronco que se extiende de manera molesta, fuera de foco, y es justamente allí donde se distingue de una toma común. El hombre que camina en la lluvia vé, como una víctima indefensa, al fotógrafo que está detrás de ese tronco. Desconoce su intención y es natural que sienta la incomodidad de quién ve invadida su intimidad.
El hombre vé al fotógrafo y ahora, a través de su vista, lo vemos nosotros también.

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