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domingo, 1 de marzo de 2009

Punctum 3


Un hombre camina incómodamente por una ciudad lluviosa. Los reflejos en el piso y en los vidrios me transmiten la frialdad del día (hasta es posible que lo del suelo sea granizo). Este pobre individuo se defiende como puede de las inclemencias del clima, como a todos nos ha pasado alguna vez.

Pienso que Cartier Bresson tuvo una facil captura aquel día. Si bien es muy grata la combinación entre la verticalidad de la toma y la diagonal trazada por los círculos viales, no es en esa armonía donde se posan mis ojos:
La foto está dividida por un tronco que se extiende de manera molesta, fuera de foco, y es justamente allí donde se distingue de una toma común. El hombre que camina en la lluvia vé, como una víctima indefensa, al fotógrafo que está detrás de ese tronco. Desconoce su intención y es natural que sienta la incomodidad de quién ve invadida su intimidad.
El hombre vé al fotógrafo y ahora, a través de su vista, lo vemos nosotros también.

martes, 20 de enero de 2009

Henri Cartier-Bresson (1908-2004)





El Cazador de Instantes:







Uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX, nació en 1908 en Chanteloup Francia, en una familia de clase media. Su formación artística se basa en estudios de pintura y literatura en Cambridge. La fotografía comienza seducirlo desde revistas deportivas alemanas y francesas de los años 30. Adquiere en 1932 una cámara Leica con un lente de 50mm , que pinta de negro para facilitar su intención de pasar desapercibido.

«Yo me identifiqué mucho con los anarquistas españoles e intenté ayudarlos en lo que pude». Comprometido con la situación politica de Europa registra la Guerra Civil Española, antes de participar activamente en la Segunda Guerra Mundial contra el eje: «Fui un prisionero de guerra, me detuvieron los nazis tres veces y las tres me escapé», decía orgulloso.

Cofundador en 1942, junto a Robert Cappa y David Seymour de la Agencia Magnum. Recorrió Europa, Asia, Africa y América Latina, inmortalizando con su Leica personajes y momentos históricos claves. Sus expresivas fotografías son en blanco y negro y no conciben retoques o reencuadres de laboratorio.

"Ser un fotógrafo conocido es una forma de poder y yo no la deseo". Abandonó finalmente su extraordinaria labor fotográfica sin haber publicado un portfolio, pero legando una exquisita colección de fotografías que fueron editadas en muchos libros. Fué su amigo y editor de arte Tériade el que lo convenció de dedicarse a la pintura: "Has hecho cuanto podías hacer en fotografía; en ella, sólo podrás venir a menos. Deberías volver a la pintura y el dibujo". Henrí no desoyó el consejo y siguió pintando y evadiendo reportajes has el final de sus días en 2004.

"La fotografía es la acción inmediata; el dibujo es la meditación. Aquella es el impulso espontáneo de una atención visual perpetua; capta el instante y su eternidad. En éste, el trazo elabora lo que nuestra conciencia pudo captar de ese instante. Al dibujar, disponemos de un tiempo; no así cuando fotografiamos"